La Inteligencia británica reconoció que no pudo actuar rápido para impedir el ataque de 2017 en el show de Ariana Grande
El 22 de mayo de 2017, 22 personas murieron en un ataq...
El 22 de mayo de 2017, 22 personas murieron en un ataque perpetrado durante un concierto de Ariana Grande en Manchester, Inglaterra. El hecho causó conmoción internacional y dejó una huella profunda en la comunidad internacional, la artista, sus seguidores y el mundo del espectáculo en general. A más de cinco años del atentado suicida, el MI5, la agencia de inteligencia nacional del Reino Unido, compartió un informe en el que reconoció que no actuó lo suficientemente rápido como para impedir la masacre.
Además de las víctimas mortales, cientos de personas resultaron heridas cuando un hombre, identificado como Salman Abedi, detonó una bomba suicida al final del recital de la cantante estadounidense Ariana Grande. Se trató del ataque terrorista más mortífero en Gran Bretaña desde los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres. El documento, publicado este jueves, fue el resultado de una investigación dirigida por el juez retirado John Saunders. En él, se detalló que la incapacidad de la agencia para actuar con rapidez en relación con información clave, fue una oportunidad perdida que pudo ayudar a tomar decisiones para evitar el atentado en el Manchester Arena. De acuerdo con Saunders había una posibilidad “realista” de que los investigadores frustraran el ataque si hubieran actuado con más decisión sobre dos pruebas clave.
“Como resultado de estos fallos, como mínimo, se perdió la posibilidad real de prevenir este atentado. Es una conclusión devastadora para nosotros”, reconoció Saunders, según un cable de la agencia AP.
El informe de la pesquisa subrayó que el MI5 tuvo dos piezas de información que apuntaban a la radicalización de Salman Abedi, pero las autoridades no actuaron a tiempo. “Analicé al detalle las ocasiones en las que pudo ser enviado a Prevent (un programa para evitar el extremismo)”, aseguró mientras leía sus conclusiones ante una sala de la Corte de magistrados de Manchester, Inglaterra.
Al parecer, un agente de inteligencia tuvo información sobre el terrorista en su poder, que consideró importante para la seguridad nacional. Aun así, no elevó ningún informe ni le pasó estos datos a algún colega. “El retraso hizo que se perdiera una oportunidad potencialmente crucial”.
El 22 de mayo, Abedi, quien nació en Manchester, pero tenía ascendencia libia, caminó en el recinto deportivo mientras miles de personas salían tras el concierto de Ariana Grande. A las 22.31 horas, el joven, de 22 años, detonó el explosivo que tenía en su mochila. Además de las víctimas mortales, también hubo cientos de heridos.
Por su parte, el abogado Richad Scorer, que representa a las familias de las víctimas del atentado, aseguró para los medios que estas conclusiones fueron “dolorosas y reveladoras”. “Quedó muy claro que no se evaluaron adecuadamente las piezas de inteligencia clave sobre Salman Abedi”, consideró.
En una declaración televisada, el director general del MI5, Ken McCallum, remarcó que estaba profundamente apenado de que el MI5 no impidiera el ataque. “Reunir información de inteligencia encubierta es difícil, pero si hubiéramos logrado aprovechar la escasa oportunidad que tuvimos, los afectados podrían no haber experimentado una pérdida y un trauma tan atroces”, compartió McCallum en declaraciones citadas por AP.
El hermano del atacante, Hashem Abedi, fue declarado culpable de ayudar a planear y llevar a cabo el atentado. Lo condenaron a cadena perpetua en 2020.
Saunders añadió que el MI5 pudo potencialmente detener a Salman Abedi en el aeropuerto de Manchester a su regreso de Libia, cuatro días antes del ataque.
Asimismo, en declaraciones consignadas por AP, Caroline Curry, cuyo hijo de 19 años, Liam Curry, fue uno de los fallecidos, expresó que el error es imperdonable. “Desde arriba hasta abajo, desde el MI5 hasta los secuaces del atacante, siempre creeremos que todos ustedes desempeñaron un papel en el asesinato de nuestros hijos”, aseguró.
Los testigos del MI5 prestaron declararon para la investigación a puerta cerrada, y la información no se hizo pública. Abedi había sido un “sujeto de interés” para los funcionarios del MI5 en 2014, pero cerraron su caso porque lo consideraron “de bajo riesgo”. Este informe es el tercero sobre el atentado.
De acuerdo con el medio británico The Guardian, el informe de 226 páginas tuvo los siguientes puntos clave:
El regreso del atacante Salman Abedi de Libia cuatro días antes de la explosión habría sido considerado como “muy serio” por la agencia si se hubieran tomado en cuenta las piezas clave de inteligencia en los meses anteriores a la explosión.La agencia de espionaje podría haber encontrado el artefacto casero de Abedi guardado en un coche en Manchester, si la investigación hubiera comenzado desde antes. Había posibilidad de evitar el atentado si se hallaba ese vehículo.El MI5 no compartió dos importantes datos de inteligencia con la policía antiterrorista en el periodo previo a la explosión. Esto fue descrito por Saunders como una mala comunicación entre las agencias.Si bien se reconoció que la familia del atacante tenía una “responsabilidad significativa” por sus creencias extremistas, debió ser remitido al plan de lucha Prevent (enfocado contra la radicalización), desde dos años antes del atentado.
