La importancia de tener el esquema de vacunación completo
Comienza el año y con el inicio de las clases en el colegio y las actividades extra de los niños, empiezan los requerimientos de apto físico para que los chicos puedan realizar su rutina diaria ...
Comienza el año y con el inicio de las clases en el colegio y las actividades extra de los niños, empiezan los requerimientos de apto físico para que los chicos puedan realizar su rutina diaria de manera saludable. Sin embargo, luego de dos años de pandemia, el regreso a las aulas se presenta lleno de dudas para las familias porque, aunque los números del Covid-19 están en baja, hay incertidumbre sobre el futuro, sin olvidar la posible aparición de virus emergentes y brotes epidémicos.
Es por esto que es un excelente momento para realizar el control de salud y revisar los certificados de vacunación de los niños, niñas y adolescentes. Los niños deben tener las vacunas indicadas de acuerdo con la edad, según figura en el Calendario Nacional de Inmunizaciones, las cuales son gratuitas y obligatorias.
En esta línea, quienes ingresan a 1° grado, entre los 5 y 6 años, deben recibir la vacuna antipoliomielítica (Salk), la vacuna triple viral (sarampión, paperas y rubeola), la vacuna triple bacteriana celular, la vacuna de varicela (2° dosis) y la vacuna antigripal para niños con factores de riesgo (una dosis cada año). Por su parte, a los 11 años deben recibir la vacuna contra el Virus Papiloma Humano (HPV), vacuna contra el meningococo (ACWY), vacuna triple bacteriana acelular, vacuna antigripal para niños con factores de riesgo (una dosis cada año), vacuna de fiebre amarilla (como refuerzo para residentes de zonas de riesgo) y las vacunas triple viral y hepatitis B (iniciar o completar esquemas si no las recibió previamente). Las vacunas aplicadas deberían ser registradas en cada centro de vacunación, preferentemente de forma nominalizada, de manera que si se pierde el carnet quede un registro de las mismas.
Es importante aclarar que, cuando existen esquemas de vacunación interrumpidos, no es necesario reiniciar estos esquemas de vacunación, sino que sólo se deben recuperar las dosis atrasadas. Además, se pueden aplicar en una misma oportunidad las vacunas que correspondan, ya que no interfieren entre sí (a excepción de la vacuna triple viral y de la fiebre amarilla que se prefiere aplicar ambas el mismo día o bien separadas por 28 días), pero siempre con diferentes jeringas y en distintos lugares anatómicos; y para reducir la cantidad de pinchazos se pueden utilizar vacunas combinadas, como las vacunas quíntuples o sextuples (que pueden contener los componentes de las vacunas para difteria, tétanos, tos convulsa, haemophylus influenzae, hepatitis B y antipoliomielítica).
La revisión periódica de los carnets de vacunación por parte del pediatra, vacunadores y demás agentes vinculados a las inmunizaciones permite mantener los esquemas actualizados. Es en el momento de la consulta donde debemos enfatizar la importancia de estar correctamente protegidos.
Recordemos que las vacunas son capaces de prevenir enfermedades potencialmente graves y prevenir brotes y la reemergencia o reintroducción de enfermedades prevenibles por vacunas. Según Unicef, la inmunización es una de las intervenciones de salud pública más eficaces, gracias a la cual los menores pueden crecer sanos y desarrollar todo su potencial.
En este sentido, las escuelas tienen un rol muy importante colaborando en el control de los carnets de vacunación de los alumnos, advirtiendo a las familias si los mismos se encuentran incompletos y sugiriendo la consulta con su pediatra. El trabajo colaborativo de diferentes actores de nuestra sociedad colaborará en aumentar las coberturas de vacunación.
Jefa del Servicio de Infectología del Hospital de Niños Víctor J Vilela de Rosario y Asesora Comité Nacional de Infectología de SAP.