
El diseño de lo singular
Mientras le dedicamos notas y columnas sin fin (mea culpa) a todo lo que la Inteligencia Artificial puede hace por nosotros, vale la pena volver hacia lo que es exclusivo de nuestras habilidades hu...
Mientras le dedicamos notas y columnas sin fin (mea culpa) a todo lo que la Inteligencia Artificial puede hace por nosotros, vale la pena volver hacia lo que es exclusivo de nuestras habilidades humanas, al menos por ahora. Se me ocurrió hacerlo a través de un ejemplo. Carolina Fryd es martillera pública y trabaja en bienes raíces desde hace casi 10 años. Luego de décadas ejerciendo como traductora, quiso virar hacia una profesión donde “conectar con las personas” estuviera en el centro de su día a día. Desde un primer momento pensó en que un ambiente tan competitivo requería desarrollar “una marca personal” para que sus clientes o posibles clientes la eligieran en un momento tan importante (y estresante) como lo es una mudanza. Para hacerlo, pensó en qué la apasionaba y en el valor que podía aportar. Empezó buscando la diferenciación en las redes sociales. En vez de publicar casas y departamentos con información de metros cuadrados e iluminación, diseñó una especie de poster de película que publicaba en Instagram, donde presentaba a personas y a las historias que estaban detrás de cada una de sus mudanzas. Contaba sobre sus anhelos, motivaciones y lo que habían encontrado en su nuevo hogar. El mensaje que quedaba resonando en sus publicaciones era: “yo te entiendo realmente y voy a asesorarte teniendo en cuenta tu historia para que puedas cumplir tus metas”.
Cloud como respuesta a todo. La innovación en los negocios se muda a la nube
Luego de esa experiencia, redobló la apuesta y hace unos pocos meses publicó el libro Para mudarte mejor, historias que no son cuento, una guía sobre todo lo que las personas que se quieren o tienen que mudar deberían saber. Lo interesante es que un tema que podría haber sido meramente informativo, Carolina le puse diseño, contó historias de clientes reales y le dio una identidad visual que lo transformó en una pieza de diseño útil para tener en la mesa del living para consultar y decorar por partes iguales.
Otra cosa interesante del caso de Carolina es que se hizo una pregunta que respondió de manera creativa: ¿Qué vendo? ¿Con qué trabajo? La respuesta no fueron casas y departamentos, sino fases vitales de las personas, con ilusiones, con miedos, con posibilidades y limitaciones, con comienzos, con rupturas y tanto más. Conectar con las personas empáticamente y contarlo de una manera clara y creativa, le ha dado grandes resultados laborales y de realización personal.
Cada uno de nosotros puede pensar de esta manera en su profesión y oficio, cómo nos contamos y cómo conectamos con nuestros públicos es, en muchos casos, ese modo distinto por el que nos eligen. Más en estos tiempos, en los que podemos dejar lo más operativo o repetitivo a alguna Inteligencia Artificial. No ocurre solo. Requiere preguntas y respuestas creativas y una indagación que nos permita diseñar nuestro diferencial.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/el-diseno-de-lo-singular-nid18022023/