Es conocido en el barrio por hacer prácticamente cualquier cosa en nombre de la adrenalina. Obsesionado con la aventura y los desafíos extremos, Billy de cinco años ya tiene acostumbrada a su humana a rescatarlo de los problemas en los que se mete.

“No se detiene ante nada y aprovecha cualquier oportunidad que pueda tener para salirse con la suya”, dijo Julia Zwar, la mujer responsable que lo adoptó cuando tenía 15 meses. Entonces tenía muy bajo peso y algunos asuntos de ansiedad que no tardaron en desaparecer al tiempo que su estado de salud mejoraba. El amor que le brindaron Julia y los otros cuatro patas que ya vivían con ella, lo ayudaron a salir adelante y ganar confianza.

Lo vio y se le heló la sangre. En una playa cruzó su mirada de ojos color miel y no tardó en tomar una decisión: “No me importa, lo llevo conmigo”

“Encontramos a tu perro en la terraza”

Por lo general, desde cachorro, las travesuras de Billy habían sido inofensivas, como cuando se las arreglaba para sentarse en el sofá cuando nadie estaba mirando. Es que, a medida que crecía, también lo hacía su curiosidad por el mundo que lo rodeaba. Inteligente e intuitivo se la pasa, desde sus primeros días de vida, buscando algo nuevo que descubrir. Pero recientemente, Zwar dejó a Billy solo en casa durante unas horas y, al regresar, encontró en la puerta de su casa una nota que la dejó sin palabras.

“Hola, encontramos a tu perro en tu terraza…”, comenzaba la nota.

Era un cálido día de verano en Melbourne, Victoria, Australia, cuando Zwar decidió salir con sus amigas a tomar un café. Billy ya estaba acostumbrado a quedarse solo en casa sin problema, pero ese día algo en la casa era diferente.

“Mi compañera de casa, Jess, acababa de reorganizar su habitación. Había corrido su cama hacia la ventana”. Los otros compañeros de casa aún no se habían dado cuenta, pero el nuevo diseño había proporcionado acceso directo al techo.

Afortunadamente, la exploración del techo de Billy ocurrió durante el día, y justo frente a un parque donde la gente del vecindario estaba haciendo un picnic. Tan pronto como las personas en el parque vieron al perro en el techo, corrieron a ayudarlo. “Trepamos, lo metimos de nuevo en la casa y luego cerramos la ventana”, decía la nota. “Saludos de la gente del parque”.

Zwar no tenía idea de la aventura de Billy hasta que encontró la nota en su puerta. Cuando entró, encontró a Billy sano y salvo en la sala de estar. El perro meneó la cola con alegría como si nada hubiera pasado.

“Estaba emocionado, pero luego, cuando dije su nombre en el tono de estás en problemas, bajó la cabeza y estoy segura de que recordó el momento en que se había parado en el techo. Zwar no podía creer que Billy hubiera llegado al techo, pero estaba muy aliviada de que estuviera bien. Luego del reto, le dio un gran abrazo, y de inmediato ideó un plan para asegurarse de que nunca más volviera a subir al techo. “Teníamos que asegurarnos de que la puerta de la habitación de Jess estuviera cerrada o la ventana cerrada para que no pudiera intentar otro escape. Y hasta ahora, todo ha ido bien”.

Afortunadamente, Billy no ha intentado volver al techo desde su primer incidente. El cachorro aventurero ahora ha vuelto a su rutina habitual de correr por su parque favorito o lanzarse al océano cercano, todo bajo la supervisión de su madre. Zwar espera que los días de surf en el techo de Billy hayan quedado atrás, pero ahora que sabe hasta dónde llegará por el bien de la aventura, espera lo inesperado.

Fuente: The Dodo.

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Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/dejo-a-su-perro-solo-en-casa-y-al-regresar-encontro-una-nota-que-la-dejo-en-shock-saludos-de-la-nid15022023/