Un camión semi remolque de gran porte ingresó en la calle Urquiza (entre Av Peron y calle Mariano Moreno) una muy pequeña arteria, con arbolado tupido, por lo cual y ante la imposibilidad de maniobrar, el camión termina volteando un árbol que cayó sobre una motocicleta, que ironias de la vida de por medio, estaba en infracción estacionada sobre la verda.

Un festival de infracciones de tránsito y desmanejo de la seguridad vial de la ciudad capital, la que imposibilita encuadrar al vecino de La Rioja que observa con oportunismo el "laissez faire" que el municipio permite con su ausencia y falta de control de tránsito. Pero esta historia insolita del elefante intentando entrar por el ojo de una aguja no terminó ahí, ya que este inconveniente de tránsito se complejizo cuando al tratar salir el camión no pudo hacerlo ya que varios colectivos de pasajero estaban estacionados frente a la dependencia municipal de transporte.

Cuando parecía que este hecho sería una anecdota más que se suman a los cuatro años de falta de iluminación, falta de bacheo y importantes inconvenientes en la recolección de residuos; se sumó un caos vehicular de una hora en la calle Adolfo E. Davila, que hizo que la arteria de Corrientes, sufriera una fuerte carga de tránsito, con demoras, broncas y altas temperaturas de los transeuntes.

Este corte, no fue fortuito, sino aparentemente autorizado por la municipalidad, para que una grua de altisimo porte, relice un trabajo para un particular en plena media mañana del micro centro riojano.

La intendenta Brizuela y Doria, hace poco en medios de comunicación aseguraba que los votantes habían hablado y le habían dicho en las urnas que en esta elección no debían participar. Una lectura imprecisa y velada de una realidad, que tal vez la funcionaria no quiere o no puede ver.

Este desmanejo y falta de "muñeca" para gestionar las necesidades de los capitalinos, puede que para esta funcionaria municipal quede en la historia como un fallo en su oportunidad de mejorar la realidad de la ciudad, pero en los riojanos, seguramente quedará como una de las peores gestiones que trajo aparejado problemas de diversa notoriedad de la realidad cotideana.